EL DESTINO DEL M.A.S.
“Es
para no ser víctima de un asesino para lo que conciente uno en morir, si se
vuelve uno asesino” J.C. Rousseau
El MAS
tiene un origen más profundo que la simple ideología, aunque esta haya enamorado
y juntado a dos de sus principales actores en un matrimonio que tiene un solo
destino. El asesinato o el suicidio.
EL “OPRIMIDO” DE LA
PROFECIA
Evo
Morales es acción pura, que enmarcada en un movimiento que descree de cualquier
fe superior, eleva la moral del sindicato; triunfo y venganza, derrota y
resentimiento a un movimiento inagotable, donde el ser es hacer; por esta razón
no se puede dejar de tener enemigos.
Dentro
del panorama político nacional algo lo diferencia de los que lo antecedieron,
él viene de la pobreza, es “originario” y acostumbrado a lidiar con la realidad
de la pelea antes que con lo teórico, habla de lo que hasta ahora han
olvidado los teóricos de izquierda que perdidos en peculiaridades siempre han
sido contradictorios, él habla de lo esencial, de un nuevo “principio” para su
pueblo. Evo no se diferencia solo por el color de su piel o la pobreza como
muchos ingenuamente creen, sino en el “principio” nuevo que plantea y en las aplicaciones
que de este principio se tendrá.
En contra
de las profecías de Marx, los líderes de las “clases” oprimidas (también en
Bolivia) han sido generalmente aquellos que no han sufrido “discriminación” ni
la sequedad de la miseria. En Bolivia la mayoría han sido criollos (mestizos biológicos
educados en los principios occidentales; comprenden más del Quijote, de Marx y
hasta de Julio Verne que de lo que significaba “sagrado” durante el Imperio
Incaico) aunque hubieran preferido (para ser coherentes) ser indios y pobres. Sin
embargo, Evo Morales representa el ideal de la profecía socialista de izquierda,
lo que enamora a los que creen en esta.
LA NOVIA PERFECTA
Salido
de una familia criolla y que como muchos otros se han desclasado, negando sus orígenes
por la ideología, Álvaro García Linera lidera un grupo de “socialistas” que
siguen la lucha armada (siendo encarcelado por esto) para alcanzar el poder que
garantice la construcción de la autentica “Iglesia de la Igualdad” donde no
existan ni curas ni dioses, sino, la idealización de ese abstracto “ser humano”
que un día en el porvenir, nuevo y hermoso reinara y “juzgará” en el fin de la
historia.
Ha
aprendido de Gramsci, que las clases dominantes no solo dominan al proletariado
mediante el azar de la fuerza, si no mediante la hegemonía cultural sobre las clases dominadas. Siendo la hegemonía
el “ejercicio de las funciones de
dirección intelectual y moral unida a aquella del dominio del poder político”. Teórico
impecable, Álvaro García Linera, se da cuenta antes de todos cual es el
proyecto nacional que pueda articular un “bloque hegemónico”, la amalgama de
diferentes clases sociales en torno a un proyecto que logre un sentimiento
nacional (nacionalización de los recursos naturales), sabe también que Evo no
es una mascara incoherente y desconocida ante el campesinado del país y su apoyo
al nuevo proyecto nacional es indispensable. Las diferencias, en el momento del
idilio o ante el enemigo común, no pesan hasta la desaparición de una o de
ambas.
Encerrado
en la “anodina” práctica de la crítica televisiva y la cátedra universitaria
pero desde la que enamora no sólo a Evo Morales, Álvaro García Linera es
rescatado de esa torre de marfil intelectual para luego concederle la “Prime
nocte” de su apego a un partido político y así consumar su unión.
En su
matrimonio son invitados también, los miles de criollos que, cansados de un
país donde su hegemonía sólo los avergüenza, y que quieren sentirse no
culpables emitiendo un voto castigo para reivindicarse, dejando en las manos
del intelectual que han visto a través de la televisión (una imagen que
acompaña su descanso después de una cena sin mucha sal), y que desean pueda
lograr un porvenir de un país sin corrupción, sin bloqueos, con más empleos y
mejor digestión.
LA CONCLUSIÓN
De
esta unión nacerá una de las victorias más espectaculares ocurridas en
democracia en el país. Pero el “porvenir” no se construye, para el MAS, sólo
desde una reforma administrativa. La verdadera revolución debe empezar en algún
momento. Y esta no tiene sentido si no es una afirmación en si misma, contraria
a lo que niega (esa otra hegemonía de pocas familias). El nuevo “principio”
definirá rápidamente las nuevas direcciones comprometidas con el “pueblo”, siendo por ejemplo, que una cholita, será siempre menos corrupta y más defensora de lo
nacional que un criollo. O un compañero de trayectoria política “comprometida”
tendrá más capacidad que un técnico o empresario para manejar la mayor EMPRESA nacional.
Esto
chocara con el muro de la realidad (pero la culpa: de la inflación, la
corrupción y la falta de capacidad para cumplir compromisos internacionales, la
tienen exclusivamente aquellos que están en contra, nunca las propias acciones)
entonces se dirá, que en verdad esto se debe a que si el ariete que con que embestimos
contra el muro se rompe, siempre queda, culpar al ariete y a los que embisten
con el, para empezar a construir uno más “revolucionario” todavía.
El
porvenir en este caso se vuelve teorema “El
muro podrá ser destruido cuando los hombres-adecuados construyan un ariete lo suficientemente
fuerte,”
Pero “para adorar por mucho tiempo un teorema, no
basta con la fe, se necesita además una policía” (Camus) El “principio” adquiere otro lenguaje que es
comprendido como incoherente para aquellos que están fuera de la materialidad
del discurso, está presente en quien lo
dice y en quien sabe entenderlo. “Sólo
con la fuerza del pueblo, con la unidad del pueblo boliviano podremos garantizar
las transformaciones en nuestro país (puesto que) si no hay pueblo
consciente (..) no se puede fácilmente garantizar los procesos de
cambio" Evo Morales.
La
“revolución democrática y cultural” que nos llevará a ese porvenir tiene la ventaja
de poder ser fiscalizada en el presente, mientras el muro de la realidad puede
ser oculto por pan o arroz importado y circo de bonos.
¿Pero y
cuando hay muchos hombres no adecuados y que además debilitan el ariete? Ahí se
deberá mostrar coherencia, y se tendrá que decidir entre el “porvenir” y la
vida humana, entre el suicidio o matar “Será, entonces, cuando el problema no
será resuelto por la aritmética si no por el calculo de probalidades, ante una
futura realización de ideas, la vida humana puede ser todo o nada. Cuanto mayor
sea la fe que pone el calculador en la idea, menos valdrá la vida humana, en el
límite la vida humana ya no vale nada.” Camus
El
destino del MAS obedece a los fundamentos enunciados, obedece a la búsqueda
incesante y movilizada de esa nueva “alborada” que “inevitablemente” debe
llegar en algún momento. Ahora sólo falta, después del 4 de mayo se verá, y que
nadie se alegre con esto, que el gobierno proclame como Saint Just durante la
revolución francesa y poco antes de que “el pueblo durante siglos oprimido”
gozara, delante de una chorreante guillotina, la muerte de sus antiguos
opresores “Un patriota es el que sostiene a la república en masa; cualquiera
que la combata en detalle es un traidor” (Saint Just)